¿A qué edad se debe consultar a un ortopedista pediatra?
La salud músculo-esquelética es clave en el desarrollo infantil. Se recomienda llevar a los niños al ortopedista pediatra al comenzar a caminar, alrededor de los 2 años, o si presentan problemas detectados por el pediatra. Esto permite identificar y tratar a tiempo alteraciones que podrían afectar su calidad de vida.
¿Por qué es importante consultar al ortopedista pediatra cuando el niño comienza a caminar o a los 2 años?
A los 2 años, los niños han alcanzado hitos importantes en su desarrollo motor, como caminar, correr o intentar saltar. Sin embargo, también es una etapa en la que pueden aparecer problemas ortopédicos, como:
- Malformaciones congénitas: Como el pie equino varo (zambo) o displasia de cadera, que podrían haberse pasado por alto en meses anteriores.
- Problemas de marcha: Caminar de puntillas, con las piernas arqueadas o con pies planos puede ser normal en ciertas etapas, pero si persiste más allá de los 2 años, requiere atención.
- Retraso en el desarrollo motor: Si el niño aún no camina a esta edad o muestra dificultades significativas para sostenerse, es esencial buscar ayuda médica.
Un diagnóstico temprano no solo permite corregir problemas existentes, sino que también previene complicaciones futuras, como dolores crónicos o limitaciones físicas.
Hay momentos específicos que ameritan acudir antes al ortopedista pediatra:
- Si el niño tiene malformaciones detectadas desde el nacimiento.
- Si presenta asimetrías al gatear o caminar.
- En caso de fracturas, infecciones o lesiones músculo-esqueléticas.
- Si manifiesta dolores en las extremidades que interfieren con su actividad diaria.
Beneficios del seguimiento con un ortopedista pediatra
Además de tratar problemas específicos, el ortopedista pediátrico ofrece orientación a los padres sobre el cuidado y protección del sistema óseo y muscular de sus hijos durante el crecimiento. Esto incluye recomendaciones sobre calzado adecuado, posturas correctas y ejercicios que promuevan un desarrollo saludable.
La primera consulta con un ortopedista pediatra debe realizarse idealmente cuando el niño comienza a caminar o al cumplir 2 años. Estas edades son clave para detectar posibles anomalías en el desarrollo músculo-esquelético. No esperes a que el problema se agrave; un diagnóstico y tratamiento oportuno pueden marcar la diferencia en la salud y calidad de vida de tu hijo.
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