Inyecciones de proloterapia, ¿duelen?
Las inyecciones de proloterapia duelen como cualquier inyección, algunas mucho, algunas poco.
Para tratar de hacer la experiencia del tratamiento lo más amigable posible o con menos dolor, hacemos lo siguiente:
Una hora antes de la consulta se aplica analgésico local en la zona dolorosa (pomada), y se da un analgésico oral.
Las agujas que se usan son del calibre de las agujas que utilizan los diabéticos diariamente para aplicarse la insulina y en ocasiones se usan agujas aún más delgadas, según la zona del cuerpo a inyectar.
Todo el procedimiento tarda 2-3 minutos y el dolor es mucho menos que el dolor que se lleva soportando durante días, semanas , meses o años y generalmente duele menos con cada sesión que pasa.
El resultado al final de las sesiones de proloterapia, después de haber tratado otros tratamientos médicos o quirúrgicos para quitar el dolor y haber fracasado es el tener un futuro sin dolor, vivir libre para hacer lo que a uno le gusta.
Es muy interesante para los que llevamos mucho tiempo soportando dolor