¿Qué es la espina bífida?

Existen diferentes malformaciones genéticas que pueden afectar a un niño incluso antes del nacimiento, una de ellas la espina bífida que afecta al sistema nervioso central, existen cuatro tipos diferentes de espina bífida: La espina bífida oculta, defectos del tubo neural cerrado, menigocele y mielomenigocele.

La deformación más grave de todas es la mielomenigocele, ya tiene como característica la exposición de la médula espinal a través del canal vertebral, lo que genera defectos neurológicos que dependen de la localización y la extensión de la lesión.

Este tipo de malformaciones produce una pérdida de líquido cefalorraquídeo que irriga al cerebro y a la médula espinal, esto tiene como consecuencia una malformación en el cráneo además de hidrocefalia.

En el caso del tejido neural expuesto este presenta un proceso de deterioro progresivo a partir de la segunda mitad del embarazo. La malformación cerebral de Chiari progresa durante la etapa de la gestación y es responsable de diferentes trastornos neurológicos al momento de nacer, además de una taza alta de mortalidad durante la primera semana.

Una cirugía fetal ofrece la posibilidad de reparar esta abertura, y que el recién nacido presente menor lesión neurológica.