¿Qué son los ligamentos y cómo los ayuda la proloterapia?
Los ligamentos son cordones de tejido conjuntivo, consistentes y poco vascularizados, sólidos y sirven para unir entre sí a los huesos y las articulaciones.
Este sistema permite que el cuerpo se pueda mantener equilibrado, en posición vertical, ya que garantiza estabilidad y funcionalidad al cuerpo. Cuando un ligamento se rompe o se debilita, se disminuye la estabilidad de toda la zona y puede generar lesiones a largo plazo en otras partes del mismo.
Los ligamentos se dividen en 3 tipos:
- Ligamentos reforzadores. Son los ligamentos que están asociados a las cápsulas de las articulaciones.
- Ligamentos conductores. Son los ligamentos que conducen, guían y limitan los movimientos de las articulaciones.
- Ligamentos inhibidores. Este tipo de ligamentos limitan los movimientos al final de un acto motor, como los ligamentos en la zona pélvica.
La solución más común para las lesiones o los problemas en los ligamentos son las cirugías donde se recorta la parte dañada del ligamento, a diferencia que con la proloterapia se inyectan soluciones proliferantes en los ligamentos, y esto genera inflamación en la zona afectada para reconstruir o regenerar el tejido dañado, lo que resulta en alivio del dolor.
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